feelings. Part I

¿Qué tan cerca de mi cabeza está el cielo? ¿Cuánto tengo que volar para saberlo? ¿Cuán muerta tengo que estar para sentir?
A veces me siento plena, totalmente plena, siento o creo sentir que todo es perfecto, que mi vida es como un rompe cabezas al que no le falta nada, que está completo, es como un enjambre de mil cosas que me hacen bien, todas pegadas, una al lado de la otra, y como un enjambre, si una falla.. se cae todo. Todo parece perfecto, y dentro de mi, sé que hay muchas que no lo son, que hay muchas personas que faltan, que fallan, que todavía duelen, que se alejan, que van y vienen, aunque supongo que ya no me afecta tanto, estoy tan acostumbrada a las idas y vueltas, que trato de no hacerme problema. Y otras veces todo es una puta mierda, quiero acostarme, taparme y llorar hasta deshidratarme. No sé porque ese cambio abismal todo el tiempo, como es que a veces un beso me hace sentir tan bien, un abrazo me hace sentir tan hecha, como si ya me pudiera morir tranquila, como si no me faltara nada. Mi cabeza me mata, ya lo dije muchas veces, pero realmente es así, aunque ahora no lo diga mucho, me mata, los recuerdos, los pensamientos. Hace algunas entradas había explicado brevemente una situación, de estar pensando mucho en algo, y creer que sentí ese momento, ahora no me salen las palabras, así que voy a decir lo que me salga.. Puede que la memoria no guarde solo imágenes, no solo recuerdos, sino que sensaciones, como el gusto de alguna comida, de algo que nos gusta mucho, uno no siente el gusto en la boca, pero si sabe que es rico(o feo), sabe lo que le hizo sentir. Yo me acuerdo de una mañana, un verano, una persona, una sensación, la sensación de plenitud, pero no la que dije recién, otro tipo de plenitud, una que era verdadera, una que no se iba al rato, una plenitud plena, algo que yo sabía que no se iba a ir, algo que yo sabía que cuando me despertara iba a estar ahí, conmigo, respirando mi aire, sintiéndome....

No puedo seguir, me mata. Después trato de reanudarla.